Después de los sucesos que han movido a la sociedad costarricense de forma energética creo que es un deber como libre pensador tomar cartas en este asunto porque es más vergonzoso permanecer callado antes tales hechos que es de competencia nacional...
Actualmente estamos viviendo una época hambrienta de cambios, transformaciones sociales y económicas, el descontento por las políticas tomadas por el gobierno en favor de unos pocos, la creciente inseguridad, el incremento del crimen organizado y la corrupción nos mantiene en un estado mezclado entre miedo y enojo …pero el error del gobierno es creer que nos mantienen dóciles y desinformados es decir, dormidos, creen que esas pequeñas cosas no significan nada para el pueblo y el descontento se disipa con la idea de que somos el país más feliz del mundo, que todo está ¨pura vida¨ pues es un grave error que demuestra el desconocimiento del comportamiento social de un pueblo, Aristóteles decía que ¨las revoluciones pueden, originarse por causas menores, no son menores, sino grandes, los intereses por que se lucha¨, pero para los dirigentes de este país parece no conocer la obra de Aristóteles especialmente su libro ¨la política¨ el cual en el capítulo titulado ¨estudio de las revoluciones¨ nos cuenta los acontecimientos que ocurren cuando una de las dos fuerzas que gobiernan el estado (los ricos y el pueblo) siente que el poder se inclina a favor de cierto grupo: ¨pues si cualquier partido alcanza una ostensible superioridad, el otro no querrá estar en una posición de peligro frente al que es manifiestamente superior¨. La política neoliberal y la corrupción de los últimos 15 años han tratado de moldear a la sociedad a su antojo (recordemos la idea del colegido federado de artistas) y recientemente el éxito llego a sus filas con la ¨ley mordaza¨ camuflada en el proyecto de ley ¨leditos informáticos ¨, ahora toda investigación y denuncia pública hecha por periodistas o público en general podría ser coordenada a la cárcel, todo parece que estamos cayendo en la barbarie como llamaba Ortega y Gasset a la incapacidad de apelar y a la ausencia de normas en una democracia, pero no todo es gris a pesar de que el único periodismo que nos quieren dejar sea el del espectáculos y prensa rosa … creo que un ambiente igualmente desolador y poco prospero le toco vivir a Nietzsche el cual fue un crítico excelente de su época, en ¨el crepúsculo de los ídolos¨ reflexiona sobre el accionar del estado alemán: ¨nadie puede gastar más de lo que se tiene. Lo mismo los individuos que los pueblos. Si se gasta en el poderío, en la política grande, en la economía, en el comercio internacional … si se disipa ese aspecto de la vida la dosis de razón, de seriedad, de voluntad de dominio de sí mismo que se posee, el otro aspecto tiene que resentirse¨ … y casi 200 años después los resentidos somos nosotros, lo que se debe hacer es guiar correctamente esas energías, pedir cuentas claras, echar abajo lo que no merece estar por encima de nosotros, en fin, en estas épocas las palabras se deben respaldar en la calle.
¨en nuestro complejo mundo, no puede haber iniciativa fecunda sin gobiernos, pero desgraciadamente puede haber gobiernos sin que exista iniciativa¨ Russel