11 ago 2013

mis domingos

Los domingos en casa siempre traen recuerdos poco agradables, las ausencias se vuelven aun más dolorosas más cuando realmente me importan. El sol mañanero se esfuerza en llegar a cada esquina de mi barrio, de mi casa, menos en mi cuarto o en mi corazón, aunque debo decir que casi todo el mundo se ha olvidado de la tarde nublada de ayer en la cual en algún punto de la asquerosa capital leí tu carta,  en cierta manera no era una carta, era una cápsula del tiempo la cual recogió un testimonio de alguien que teóricamente ya no existe en mi presente, si hubiera leído todo esto antes seguramente mi presente sería distinto  pero, al hombre que le escribiste ya no existe, ahora es otro …
Así son mis domingos, me la paso en retrocesos temporales, llenos de ausencias que duelen, de intentos de acercamientos y de sus posteriores fracasos, domingos en los cuales me levanto temprano y miro como  está acabando todo en mi vida…
Y aun así, he sabido sacarle trozos de felicidad a mi existencia, ¿Cuándo vas a entender que mi felicidad es distinta?, no depende de otras personas, las personas la complementan, especialmente tú…
Ojala que los domingos llegasen a ser distintos, tenerte entre mis brazos mientras el sol nos cubre y nuestro amor crece como el césped, en ese día no me importará mi pasado o mi futuro porque sencillamente viviré el presente contigo.