Es curioso como a veces nos damos cuenta de la existencia de alguien por sus rastros menos significativos, quizás un pedazo de papel con su nombre, una billetera o cantera, una medalla estilo ejército con el nombre de la persona grabada en el frio material. Pues, por suerte hubo un acontecimiento esta mañana, parecía un día más dentro de la gran jornada llamada vida cuando mi padre vio algo en el sucio asfalto
-mira!, alguien se le cayo este llavero
Parecía un hecho sin importancia (algunos lo hubieran dejado botado por su falta de belleza) pero antes que le pasara esa idea por la cabeza de dije que me lo diera, lo examine por algunos segundos, pude leer que estaba grabado el nombre de Candy Wray 24/21/07, posiblemente fuera de una estudiante de los colegios que hay cerca de Guadalupe.
Ya estando metido en mi jornada rutinaria, me puse a sacar algunas hipótesis, la fecha es de una navidad pasada (24 de diciembre) del 2007, se me viene a la cabeza la escena en donde Candy le pide al señor que le ponga su nombre y sin mas que ponerle opta por la fecha de ese día, el señor es quizás unos de los tantos chínamelos que hay en las fiestas o en las calles los diciembres de cada año. Me entra fugazmente una sonrisa en mi rostro en pensar que haya cuidado el llavero durante mas de 3 años para que, en una mañana cualquiera se des haya desprendido del bolso para perderlo en las calles guadalupanas, me imagino su rostro lleno de una tristeza dijera, exclamando que para variar le ocurre esto hoy, siendo este día súper pesado en el colegio o universidad (puede ser una joven universitaria o una mujer adulta).
Pero gracias a este suceso me puse muy auto reflexivo tratando de ver un poco hacia mis adentros, pensé en las muchas cosas que no le tómanos importancia en nuestros días cotidianos por estar pensando en el porvenir, tratamos de vivir en el futuro pero descuidamos nuestro presente el cual es importantísimo porque el presente es el estado de tiempo el cual podemos vivir absolutamente todo, podemos arreglar, gozar y amar mas, si valoráramos el presente mas que el futuro, viviríamos mas plena nuestra existencia. Gracias a un frio metal con un nombre pude recordarme a mi mismo y despertar por un lapso largo de tiempo, pude vivir ese momento plenamente, ahora me siento de cierto modo mas feliz y consiente de mi ser interior, pero tal ves ella a estas horas de la noche estará en casa, viendo el partido de la selección nacional de futbol, con ojos de ansiedad y su rostro iluminado por los tenues rayos de luz salidos del televisor, en estos momentos ya no estará pensando en el bendito llavero, seguirá en el sueño de los despiertos, pensando en el mañana….
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