¨Hay mañanas donde el despertar es tan turbulento, mi cabeza aun retumba las preguntas que nos gritamos en la noche anterior, las respuestas callan escondidas en las esquinas de nuestras conciencias. Mientras el agua recorre mi cuerpo en la bañera pienso en el trabajo y lo largo que se me hará la jornada gracias al eco de tu voz que se niega a abandonar mis odios, al final del día lo que me queda para despejar mis sentidos es caminar por la cuidad, ver una que otra mirada juguetona, una sonrisa, una pareja tomada de la mano, ver la luna que aun me sonríe a pesar de que me ve solo…¨
No hay comentarios:
Publicar un comentario