Hay días que la melancolía se hace presente en mi vida, no sé el por qué, no es que lleve una existencia desdichada, solo sé que llega y que se queda conmigo por unos cuantos días, todo esto se mezcla con el recuerdo de aquella chica, me es tan curioso analizar como algo tan cotidiano como una sonrisa me haya marcado…
Sé donde ella trabaja exactamente gracias a las indagatorias que he hecho con algunos compañeros de trabajo (trabaja a unas cuantas calles de mi última parada de autobús), solo me falta una pieza más del rompecabezas: su nombre. Tenía pensado ir quizás a saludarla o pasar viendo de reojo para lograr visualizarla en sus labores que hasta ese entonces me eran desconocidas…pero todo esto me llenaba de temor…
Yo he cometido muchos errores en mi vida los cuales no me arrepiento pero si me han marcado, como dijo una vez un escritor favorito mío ¨a veces haces cosas que lamentas, pero no hay nada que puedas hacer para remediarlo. Los tiempos cambian, las puertas se cierran detrás de ti, sigues adelante¨, pero ¿me lamentaría si pasara a saludarla? Pues creo que no, lo único que podría lamentar seria que me dejara dominar por mis miedos y me quede estancado, inerte, como un cuerpo muerto, pero, ¿Qué me hace pensar que ella me recuerde? …quizás, quizás sea inapropiado o lo vea como una frikiada de parte mía, después de que todo eso atravesó mi mente note que no había dejado de caminar, me encontraba a unos cuantos metros del lugar según mis compañeros trabajaba la misteriosa chica, para mi sorpresa era el Café Arlequín, siempre había odio hablar de él y de su rica pastelería ¿será que ella es la que las hace?, bueno, ahora mis planes cambiaron positivamente, podía pasar por un café mañanero así de sencillo y verificar si realmente ella trabajaba en ese lugar, pero mis miedos estaba ganado la batalla y mi voluntad estaba débil, decidí mejor volver por donde vine con una extraña prisa, lo malo es que lo hice muy rápido y voltee sin mirar, para mi mala suerte sentí que un cuerpo chocaba con el mío, por suerte no fue muy aparatosa la caída, de mi pena por lo ocurrido solo acate de tratar de juntar mis cosas y de la otra persona deprisa sin mirarle por la pena, ya cuando tenía todo recogido entre mis manos me dispuse a darle mis disculpas …para mi sorpresa era la chica del bus …
Continuara
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