El 17 de junio toco en Tibás unas de las más grandes bandas del planeta: Slayer, mas que obvio que el asylum asistiría a tal evento, slayer es unas de las bandas que ha estado conmigo ya hace tiempo atrás, recuerdo con cariño al compañero de trabajo que haces años me adentro a las líneas de slayer.
El día fue esperado por este servidor durante casi 2 meses, ya con la entrada en mis manos me dispuse a esperar que pasara las semanas, el 17 llego junto con un clima espantoso, la lluvia y el calor nunca son buenas compañías, el ambiente en las afueras del estadio era pintoresco, el licor estaba en cada centímetro de calle, grupos de amigos riendo y cantando los temas favoritos de la banda, gente que llegaba a hacer fila, cabe resaltar que no hubo mayor problema como peleas o espectáculos deprimentes, todo estaba bien a pesar de las horas de pie en la fila, no detallare la entraba al estadio ni mucho menos los pormenores existentes en la víspera de la salida de la banda, no me parecen importantes, lo importante era ver a slayer.
Cuando salió el intro de world painted blood todo fue emoción y euforia, estábamos a metros de verlos, la batería de lombardo lucia enorme y majestuosa, Tom araya salió con Kerry King y el guitarrista suplente de Jeff Hanneman, el sonido genial, era como escucharlos en sus discos, con una calidad que primer mundo, la manta con el nombre de slayer era imponente, ahí estamos, a metros de la banda que hemos escuchado por tanto tiempo, tocando las canciones que tenemos en nuestros ipods o reproductores, toda la fantasía de un fanboy hecha realidad.
No diré que este fue el mejor concierto de mi vida, eso sería mediocre de mi parte, no es porque crea que slayer haya brindado un mal show, no no, es porque yo espero cosas mejores en el futuro, ahora el optimismo invade mi ser.
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