A pesar de que tenía mis dudas por la actuación de Owen Wilson el cual hemos visto en varias estúpidas y malas películas, su papel del escritor idealista (Gil) es convincente y ameno. Es muy interesante reflexionar que en ese parís tan mítico hayan coexistido cantos genios.
Mi reflexión es sobre la disconformidad de nuestro presente, bueno, refiriéndome al personal de Gil que ama mas al país idealizado de los años 20 que el actuar, pero como va pasado minutos de rodaje vemos que el llega a la conclusión de que no importa en cual plano existencial estemos siempre se verá el pasado como un lugar mejor pero eso depende de lente con que se mire…
El pasado no muere, sigue ahí, es parte del inconsciente colectivo.
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